Y cuanto me alegro de no serlo, de no pertenecer ni tener nada que ver con institución tan hipócrita, caduca e inmoral.
Sí inmoral, porque que otro calificativo puede dársele a aquellos que predican una cosa y hacen lo diametralmente opuesto; que predican la humildad y de la forma más oprobiosa tanto en la antigüedad como hoy pasean sus lujos ante los pobres que dicen proteger.
Como respetar a una institución que dice practicar la pobreza y a sus altos funcionarios (porque no son autoridades, menos aún morales) se pasean en Mercedes de cien mil dólares y, visten de finas telas y oro, se codean con los poderosos y explotadores como ellos.
Antes como hoy. Ejemplos sobran. Antes el Clero con García Moreno y los terratenientes de Costa y Sierra; hoy Arregui con Nebot (El Comercio, Sábado 2 de agosto de 2008 pag. 2 ) y la derecha oligárquica y corrupta que ha desfalcado al país.
Qué hay temas morales innegociables, dicen. Seguramente con eso no quieren negociar, porque con terrenos, edificios, acciones y grandes inversiones, les encanta. Desde el Teleférico, Canal Uno, Filanbanco, Inversiones en las Isla Caimán y cientos más si negocian.
Qué hay temas morales innegociables, dicen. Seguramente con eso no quieren negociar, porque con terrenos, edificios, acciones y grandes inversiones, les encanta. Desde el Teleférico, Canal Uno, Filanbanco, Inversiones en las Isla Caimán y cientos más si negocian.
Ahora alzan la voz y escandalizan sobre el derecho y la defensa a la vida, pero dejaron que se pierdan cientos de miles en el Holocausto Nazi y nunca dijeron ésta boca es mía. Peor en la Guerra de los Balcanes. En Estados Unidos están junto a Bush el asesinato corporativo guerrerista y el negocio petrolero. En Chile y Argentina fueron cómplices junto a los militares de esas dictaduras y por su puesto la ultraderecha. En nuestro país desde La Conquista hasta nuestros días se han servido de indios, montubios y mestizos para enriquecerse (¿Nos olvidamos de El Concertaje?).
Obviamente no es innegociable para ellos el abuso sexual a niños que nacen con su aprobación pero luego de nacidos están abandonados y a la buena de Dios en un mundo que la iglesia a contribuido en corromper: están en pro de la vida, pero de la vida suntuosa, para sus élites.
Construyen enormes y costosas iglesias en cada barrio, pero los albergues son contados. No se indignan en cambio por los innumerables casos de homosexualismo, pedofilia y abuso a menores por parte de sus propios prelados, pero se dan golpes de pecho por el uso del condón.
Eso parece que si es negociable. Sepulcros blanqueados. Interpretan a su antojo y se proponen catequizar a sus feligreses en contra de un artículo de una constitución transparente, pero no lo hacen para impedir que algunos de sus feligreses, entre ellos padres/padrastros desnaturalizados abusen de sus niños, y de solucionar graves problemas sociales que afectan a lo más sagrado y desvalido de la sociedad (El Comercio, Domingo 20 de julio de 2008, “7000 niños son víctimas de trata sexual”)
Durante tanto tiempo han intervenido e interferido con el cambio, durante tanto tiempo se han aliado con los poderosos para someter a las masas. Tanto tiempo con esa doble moral que ofende a la prédica y al ejemplo de vida que dio Jesús.
Me deja estupefacto la reacción de fanáticos conciudadanos que tienen la cultura, el conocimiento y hasta los recursos suficientes para mandar cartas al director, que defienden apasionadamente a su iglesia y sacerdotes y que condenan los supuestos excesos y ofensas de nuestro valiente presidente, pero que no dicen, ni dijeron nada de la verborrea del León y/o de su Cachorro; que nos llamen a la reacción ( El Comercio 2 de Agosto 2008 “¡Eh Ecuatorianos!”, Mauricio Bustamente Holguín y “Debate Constitucional”, Ma. De Lourdes Dousdebés”, pero que no cuestionen tanta hipocresía, que no reaccionen ante semejante incoherencia histórica de la iglesia, y que no le exijan, a ella sí, y a sus inefables representantes rectificaciones radicales, urgentes, y trascendentales para que cumpla, luego de 1500 años de existencia, con lo que hasta ahora ha sido tan solo demagogia y acciones hipócritas y crueles. Es obvio que la reacción de la cúpula de la iglesia en contubernio con la oligarquía, no es un asunto de defensa de cuestiones morales, sino de defensa de intereses financieros y de poder, como siempre ha sido. Eso va a cambiar.
GracoMonc