BIENVENID@S

Reciban un fraternal saludo de la J35, JUVENTUDES PAIS.

Invitamos a todos los jovenes que quieran sumarse a esta gran cruzada por la liberación de nuestra Patria a integrarse y trabajar hombro a hombro con todos los que creemos que un mejor Ecuador es posible. Tenemos una responsabilidad histórica, somos y seremos actores activos en la Revolución Ciudadana. Nosotros somos el presente y el futuro del Ecuador, nosotros decidiermos nuestro destino. Viva el Ecuador! Viva America Latina Unida!!!

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jueves, 11 de septiembre de 2008

“LA BENDICIÓN DE LOS CRISTIANOS EN SUS AÑOS DE BONANZA”




La sensación ingrata de una postura pasada de moda se sigue accidentando en su propia recua del púlpito y su autodenominada “catequesis” que sólo busca en medio de su retórica santurrona ocultar, la verdad de, los acontecimientos filtrados en la falacia del absurdo religioso como históricos; con el fin de convencer a las nuevas generaciones que en muchas ocasiones tan poco conocen de la realidad de los pueblos oprimidos bajo la égida de los que sobre todo desde hace 30 años atrás han venido gobernando.

Pero de sobra sabemos las generaciones que hemos venido resistiendo a las indolentes prácticas del sacramento profano aupado en ese pasado funesto.

Quién se ha olvidado de los peores sacrificios en contra de la humanidad resueltas con la provocación de la violencia en las épocas (como hasta ahora) en las que el instrumento ideológico de los imperios constreñían a la esclavitud con los preceptos religiosos como causa que infringía al castigo humano desconociendo el sentido del SER, como sujeto?.

Quién entre los fanáticos del dinero y la gula como los Arregui, los Cipriani en el Perú ha logrado expresarse ante las consecuencias de la miseria humana, sino es para lograr los intereses boyantes de su propio negocio y los suyos en el juego omnipotente del poder económico?.

La razón tiene un sentido muy amplio en los recónditos del interés particular de cierta Iglesia despótica sobre cualquier visión progresista que aspire la gran mayoría de los pueblos que buscan la opción de un derecho natural y social del Buen Vivir.

La Iglesia empotrada en los santuarios de la contienda política a favor del dominio tradicional, está en pleno delirio, está en su extremaunción que sólo está logrando la reminiscencia de su pasado oprobioso. Los arzobispos, los magistrados y los excelentísimos de cualquier laya terrenal “divina” no dejan de ver como al objeto útil de su lucro al pueblo, pueblo al que supuestamente Dios les ha entregado la misión de su protección, de su auxilio, ¡no de su expoliación!.

Pero la sospecha es que la comunidad humana reconocida por la iglesia de los pobres; se ha convencido más de su falsa y trágica misión que ofrecen los catequistas de élite, que va camino a la extinción de su comodidad, de su egolatría, de su infidelidad y su soberbia, de lo que indudablemente ha contribuido en pro del canibalismo económico como sarna y como mal de la ofensa a los hombres y mujeres que hasta ahora nos lacera.

Sr. Arregui, no le hemos visto pronunciar en contra de las degeneradas políticas de Osvaldo Hurtado después de la muerte del Presidente Jaime Roldós Aguilera y la sucretización del dólar para favorecer al estatus quo, solamente en favor del capricho capitalista.

Tampoco, hemos sentido el pesar y la indignación en sus púlpitos por los muertos del macabro y siniestro Gobierno de León Febres Cordero cuando su slogan era “Pan, Techo y Empleo”, y una vez en el “Poder” mataba a mansalva para aplacar sus instintos de felino y sofocar a la resistencia social con el fin de criminalizar toda forma de resistencia popular que buscamos en las calles el reconocimiento a los derechos humanos; mientras ustedes de la mano del imperio yanqui y con el aplauso de George Bush (padre) se imponía la nueva teoría blasfémica del terror. O no recuerda Sr. Arregui, Sr. Ruiz Navas y todos ustedes que se han engordado de la flaqueza miserable de cada feligrés? …que fueron devotos del sacrificio humano: que vale la pena apelar al adagio “a Dios rogando y con el mazo dando” como práctica política y “civilizada” de éstos “señores” (sátrapas) colgando de sus cuellos blancos el rosario, con las plegarias en nombre de la virgen de Fátima y con los capitales incubándose en los ruedos del Cortijo, sumados a la decadente desproporción política de exterminio al supuesto enemigo del Gobernador del Guayas en ese periodo dirigido por el cachorro Jaime Nebot Saadi.

Yo si recuerdo, 1983 – 1988. La cacería empezó con el sacrosanto maestro de la UDC, Osvaldo Hurtado Larrea para continuar con la traza pinochesca del susodicho Febres Cordero.

¿No lo recuerda Sr. Arregui?

Sr. Arregui, no le hemos visto protestar ante la falacia redonda del Gobierno de Sixto Durán Ballén vendimiando las instituciones públicas que asolaron y consumaron con la privatización y el descaro lucrativo de hacerlo sobre todo a los sectores estratégicos rentables de la economía volviéndoles a través de los peones de la “comunicación” instituciones proclives a la ineficiencia.

Sr. Arregui, su teocracia es una pompa que no llena el estómago de los pobres, que no argumenta nada cuando su complexión se jacta apenas sobre si misma.

O condenaron las sombras oscuras del piponazgo demencial con el que los hábiles ampones han sacrificado al pueblo para llenar sus bolsillos?. Esa iglesia “sacrosanta” que ha tapado a los pedófilos y corruptos del universo, no dijo en pleno desastre nacional del Gobierno de Jamil Mahuad de que los perdedores del atraco bancario sean resarcidos de su daño y postulen su reconocimiento a favor de sus “indulgentes” preceptos.

No recuerdo Sr. Arregui, banderear su sotana por los que indignados por la traición del soldadito Putierres salimos a encontrarnos con la esperanza o con la muerte frente a la injusticia cada vez manipulada por los miserables que han bailado al SON del mambo que les tocaba la ultra derecha.

Recuerdo los pasajes ambiciosos de la camaradería resignada e indignada para tumbar a los bandidos encaramados en el Poder. En las calles hemos tejido nuestra esperanza, con mi pueblo y en medio de la otra iglesia. De esa que desgraciadamente en su senil memoria Sr. Arregui, se extingue indignante.

Acabamos de conmemorar la ausencia de uno de sus héroes apostólicos Monseñor Leonidas Proaño, tenemos en la cotidianidad de nuestras retinas la asombrosa resistencia de nuestro luchador incansable como el sacerdote Alberto Luna Tobar, el sacerdote Corral y tantos otros que han sacrificado sus vidas a lado de su pueblo en toda América Latina, y que siguen y están en nuestras existencias como el ejemplo de tenacidad. Esos hombres que se han identificado con la humildad y el espíritu de la teoría de la liberación. Con la realidad humana de los pobres que hemos sentido la necesidad y el arrebato de nuestros derechos, pero no le hemos visto a usted Sr. Arregui que solo ha logrado incitar al vacuo error de la confusión y al acomodo sostenido a fuerza de una retórica incipiente y atroz del odio a la superación de los otros. Porque sigue en sus andanadas del pletórico goce a costa de los que aún se resisten a abrir sus ojos.

La presente contienda nos aclara que su pasión tiene una política arraigada en los principio de los siglos del sometimiento que fueron inventados para la acumulación o concentración de la riqueza en pocas manos. El pobre por predestinación debía morir pobre y los afortunados como escogidos de “Dios” para el goce del lucro perverso, sigan siendo intocables. Mi sentencia para usted Sr. Arregui y los pocos gordos que se han disputado las instancias de cada cleptocracia: es de instigadores, conspiradores, agitadores en contra de los pueblos que han sido negados al deseo de soñar y encontrar el derecho común de ese “buen vivir” que no significa todo pero al menos tiene un sentido digno y humano.

Más que increpar a su absurdo desentendimiento de que la NUEVA CONSTITUCIÓN tenga un sentido abortista y homosexual, su intento por recuperar la omnipresencia del AMO está abortando y su celibato frustrado va cayendo en el oscurantismo arrebatado del deseo por buscar una opción para salir de sus limitaciones xenófobas.

Catequizar ya no se entiende cuando sale como discurso visceral de un Monseñor Aregui, porque la misma lógica del pasado oprobioso y maldito, no remedia ningún mal del que ya hemos sido testigos; ahora yace en constante contraposición a la inteligencia humana que supera a la fe desde cada ego intrínseco frente a cada tortuosidad política experimentada de nuestra vivencia colectiva. La sotana siempre ha tenido su protagonismo político aunque traten de confundir que el clero vinculado al OPUS DEI no esté involucrado y esta vez no es una excepción. Los pueblos animados, los hombres como seres vivientes pero no degollados de nuestras memorias por el anquilosamiento ya sabemos decidir, ya sabemos que una opción para salvarse de la santidad necrófila de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana debe aprovisionarse de su propio valor, de su renovado consentimiento de ser capaz de todo pero menos capaz de confiar en el descoyuntado discurso de los plagiadores impúdicos, sizañosos, cicateros que se escudan tras el arma mortal de la pantalla.

A vos que te enredas en el alba del sotanasco, de tu “pureza” fanfarrona, te dedico mi tiempo valioso de jornalero desposeído, desencontrado pero absuelto de los peores pecados que vos has cometido. Eso sin tener idea de la laya íntima que no sé ni cómo ni por dónde has transitado. Que no sé todavía si has alcanzado el grado del valor humano pese a ver en los ojos entristecidos de la lástima sepulcral de nuestros hermanos que asisten a verte compungido de rabia en los púlpitos. Tus homilías deben ser el hueco tenebroso del infierno donde los mortales –como yo- no han de querer ufanarse en recibir las gotas “benditas” de tu miserable mano.

Atentamente

Roberto Escobar M.